Vista del restaurante desde fuera
Kernville se encuentra al sur de Lincoln City (Oregon, USA), muy cerca de “Siletz Bay”, y junto al río Siletz. Su nombre procede de la tribu India que aún hoy habita a unos kilometros río arriba.
El restaurante Kernville si sitúa en un paraje natural de incalculable valor ecológico. Rodeado de bosques, a sus pies se extiende el río Siletz, que va a morir a la la bahía de su mismo nombre nombre y de allí al Océano Pacífico, mar bravo donde los haya.
Al margen de las impresionantes vistas, el visitante podrá ver a solo unos metros desde un porche de madera –como todo en esta tierra- infinidad de animales, tanto acuáticos como aves. Destacan las focas, que si bien las puedes ver el día, por la noche se pasean con libertad jugueteando al resguardo de la noche.
El río Siletz y su entorno natural
El restaurante es cálido, de varias alturas adaptadas a la topografía del terreno escarpado. Lógicamente es todo de madera, y como hemos dicho cuenta con un porche a la entrada que funciona como mirador.
Allí comimos por la noche –entiéndase 18-19 horas- en un ambiente amenizado con música que parecía alguna banda sonora de alguna vieja película del “oeste”. El servicio exquisito y sus “camareras” de lo más si
mpáticas y divertidas.
mpáticas y divertidas.
Obra de Joe Boyette
Como no teníamos mucha hambre pedimos algo ligero y unas cervezas “siletz”, fabricada en estos lugares y de difícil localización en otros sitios. Es una cerveza amarga, muy amarga, que deja un poso que casi puedes paladear durante toda la noche.
Pedimos “Spiced B-B-Q Shrimp en brochette”, una especie de brocheta de gambas, con cebolla, una salsa muy picante, guindillas y un aceite de sésemo. Luego llegaron los “Steamers”, especie de almejas al vapor en un cuenco profundo con cuatro dedos de salsa de ajo – y mantequilla- , limon y un toque manzana. Se acompañaba de un pan al horno delicioso con finas hierbas y ajo. !Todo excelente!.
Después de esta copiosa comida nos tomamos algunos martinis para bajar la comida mientras escuchábamos música o salíamos a tomar en aire fuera. El martini se llama “Washington Apple”, compuesto por “Crown royal, apple pucker y cranberry juice”, con una cereza en el fondo. Delicioso. Nos tomamos por lo menos seis. En total unos 80 $, propia incluida. No estuvo mal para como están los precios aquí.
Ah! Y cuidado con conducir por USA con unos martinis de más.
Martineando
Más información en su página web: http://www.kernvillesteakhouse.com/
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