miércoles, 29 de abril de 2009

Llegada a Nueva York

VIAJE SEVILLA/BARCELONA/PHILADELPHIA/NEW YORK (USA)



Vista de Nueva York poco antes de aterrizar

El 27 de abril nos levantamos Anna y Yo a las 6:45 de la mañana. El objetivo de este madrugón: New York. Sí, a esa hora nos levantamos para coger nuestro primer medio de transporte, un bus en Sevilla que nos llevaría a otro, que a su vez nos trasladaría al aeropuerto de la capital hispalense. A las 9:25 salía nuestro vuelo para Barcelona. Sería nuestra primera escala. De allí a Philadelphia después de haber pasado los correspondientes trámites aduaneros y las siempre impresionantes preguntas (la mayoría sin sentido para nosotros) de la compañía US Airways.

El viaje no se me hizo tan pesado como la última vez. Dormí por lo menos cuatro de las ocho horas que duró. Comimos bien, pero sin cerveza, que costaba cinco dólares. Llegamos al aeropuerto de Philadelphia, y apenas sentíamos las piernas. Un calor sofocante lo invadía todo en el exterior, y ahora me tocaba pasar por uno de los sitios que más temía: la aduana.

Esta vez no tuve que hacer cola durante dos horas como la anterior. A los pocos minutos estaba frente a un oficial de aduanas que me preguntó: "¿Hablas inglés?". Evidentemente contesté que "no". Él tampoco sabía español. Entre una mezcla de inglés y de español entablamos conversación y fui contestando sus pregunta hasta que por fin logré el visado. Luego nos dimos cuenta que al estar casado con una estadounidense, yo podría haber pasado por la parte americana y hubiese sido mi mujer quien contestase las preguntas. En fin, de todas formas el trato fue respetuoso y afable.

Volvimos a "facturar" nuestro equipaje y a pasar por las medidas de seguridad rutinarias en casi todos los aeropuertos del mundo (calzado, objetos metálicos, electrónica, líquidos, ...). En el control, Anna consiguió que me dejasen fumar un cigarrillo y salir al exterior. La calor era increíble, aquello parecía Sevilla en el mes de agosto. Luego volví al redil, y por fin pudimos tomar nuestra primera cerveza en USA a cinco $ la tirada. Mereció la pena.


Finalmente salimos para Nueva York en un vuelo que pensamos que duraría una hora y media, y que al final fueron unos 25 minutos.



Ya en New York cogimos un taxi (20$) dirección a la casa de unos amigos de Anna. Antes cambiamos los pocos euros que llevábamos por dólares americanos. Ya os contaré los problemas con las tarjetas de crédito más tarde.

llegada a New York
El día, como no podía ser de otra manera, terminó con una cena en un mexicano, en algún lugar de Brooklyn, donde los polacos, desde los años 70, son los mayoritarios a este lado de Manhattan.

Dormir fue lo siguiente.



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